Guerra de Arauco.
La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a los hispano-criollos de la Capitanía General de Chile, perteneciente al Imperio español, contra el pueblo mapuche y algunos aliados tales como los huilliches, picunches y cuncos.
La zona del conflicto comprendía entre el Río Mataquito y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual VIII Región del Biobío, y la IX Región de la Araucanía.
Este conflicto duró un lapso de casi tres siglos, 1536 - independencia de Chile, pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal a alrededor de la mitad de ese periodo. Posteriormente traería como consecuencia el conflicto chileno-mapuche conocido como "Pacificación de la Araucanía
Características de la Guerra de Arauco.
Cuando los conquistadores españoles, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región del Bío Bío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas, pero debido a sus experiencias en México y Perú esperaban un pronto y fácil sometimiento por las armas de estos pueblos a la corona y su posterior evangelización.
Sin embargo no fue así; los conquistadores se enfrentaron a los mapuches, quienes plantearon una dura oposición, a la que también se asociarían los Huilliches, Picunches y Cuncos, colocando en los más duros aprietos la conquista y colonización de sus territorios. Los Mapuches previamente ya tenían experiencia reciente en relación a enfrentar a ejércitos extranjeros, ya que se habían enfrentado aproximadamente unos 80 años antes a los ejércitos incas comandados por Túpac Yupanqui en la zona del río Maule en la llamada Batalla del Maule,[1] estableciéndose de esta manera los límites del Imperio inca en la ribera de este río, a unos 250 km al sur de la actual capital de Chile, zona habitada por los picunches. La larga lucha contra el Tahuantinsuyo dejará su legado, de hecho para la cosmovisión mapuche la llegada de los españoles fue percibida como un nuevo tipo de invasor inca, de ahí el nombre que les pusieron "winkas", el que aún se emplea para los chilenos.
Según varios cronistas españoles y la posterior tradición popular chilena, los mapuches ("gente de la tierra" en idioma mapudungún) no se amedrentaban, luchaban aun en la noche, organizados, aprendían rápido cómo enfrentar a los españoles, y eran un pueblo cohesionado en su espíritu guerrero. Consideraron que el comportamiento del conquistador podía llegar a ser despiadado, ambicioso y cruel con sus enemigos, y que podría mirar al indígena como un ser inferior, invadiendo sus ancestrales tierras y ocupándolos en labores agrarias y pesadas, contraponiendo sus intentos de evangelización a tradiciones. Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la colonia por Alonso de Ercilla.
Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor evidente, pues tan feroz fue la resistencia mapuche que los conquistadores se vieron obligados varias veces a despoblar y a retirarse de las zonas territoriales indígenas. La explicación a comportamientos militares tan distintos está en la geografía, el paisaje de estepa del Valle Central de Chile en la zona de Santiago no permitía la lucha de guerrillas ni se disponía de alimentos en la cordillera para refugiarse ahí. No era la misma situación en la zona austral donde los montes y la selva valdiviana favorecían la lucha guerrillera y hacían difícil el triunfo hispano.
Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.
La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabeza para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo, su alto costo pecuniario y de vidas.
Hubo muchos combates en que alternativamente la victoria se pasaba de bando en bando. Asimismo hubo intentos de paz y períodos de paz aparentes seguidos de largos períodos de estado de guerra. Los españoles se convencieron finalmente de que cualquier intento de paz era inútil y que sólo obtendría la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela y otras enfermedades, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su participación en la guerra. La guerra se fue desgastando en el último tercio debido al mestizaje entre los ibéricos y mapuches, ya que el indígena se suponía que tenía predilección por las mujeres españolas y los conquistadores españoles no tenían muchas mujeres consigo. En el fondo, los hombres de ambos bandos secuestraban a las mujeres del enemigo. Por eso es que es difícil hallar una "raza" pura o predominante en Chile.
Duración del conflicto.
Suele indicarse como fecha de inicio de este conflicto la Batalla de Reinohuelén, librada en 1536 entre parte de la expedición de Diego de Almagro y un cuerpo numeroso y bien organizado de soldados, en la confluencia de los ríos río Ñuble e Itata; pero históricamente se asume que con Pedro de Valdivia en 1546 con la Batalla de Quilacura, se inició el periodo de campañas militares que caracterizaron este conflicto.
Su término es, sin embargo, más difuso. Si bien a partir de 1609 cada gobernador de Chile celebraba "Parlamentos" con los caciques indígenas, en los cuales se discutía la mantención de la tregua entre ambas partes, los enfrentamientos fueron numerosos. Además aunque al alcanzar la independencia de Chile, se concluirían los conflictos de la Guerra de Arauco que tenían los hispano-criollos con los mapuche; estos seguirían posteriormente, como nuevos conflictos chileno-mapuche, los que no terminaron completamente hasta 1883, con el proceso conocido como Ocupación de la Araucanía (conocido oficialmente como Pacificación de la Araucanía).
La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a los hispano-criollos de la Capitanía General de Chile, perteneciente al Imperio español, contra el pueblo mapuche y algunos aliados tales como los huilliches, picunches y cuncos.
La zona del conflicto comprendía entre el Río Mataquito y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual VIII Región del Biobío, y la IX Región de la Araucanía.
Este conflicto duró un lapso de casi tres siglos, 1536 - independencia de Chile, pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal a alrededor de la mitad de ese periodo. Posteriormente traería como consecuencia el conflicto chileno-mapuche conocido como "Pacificación de la Araucanía
Características de la Guerra de Arauco.
Cuando los conquistadores españoles, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región del Bío Bío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas, pero debido a sus experiencias en México y Perú esperaban un pronto y fácil sometimiento por las armas de estos pueblos a la corona y su posterior evangelización.
Sin embargo no fue así; los conquistadores se enfrentaron a los mapuches, quienes plantearon una dura oposición, a la que también se asociarían los Huilliches, Picunches y Cuncos, colocando en los más duros aprietos la conquista y colonización de sus territorios. Los Mapuches previamente ya tenían experiencia reciente en relación a enfrentar a ejércitos extranjeros, ya que se habían enfrentado aproximadamente unos 80 años antes a los ejércitos incas comandados por Túpac Yupanqui en la zona del río Maule en la llamada Batalla del Maule,[1] estableciéndose de esta manera los límites del Imperio inca en la ribera de este río, a unos 250 km al sur de la actual capital de Chile, zona habitada por los picunches. La larga lucha contra el Tahuantinsuyo dejará su legado, de hecho para la cosmovisión mapuche la llegada de los españoles fue percibida como un nuevo tipo de invasor inca, de ahí el nombre que les pusieron "winkas", el que aún se emplea para los chilenos.
Según varios cronistas españoles y la posterior tradición popular chilena, los mapuches ("gente de la tierra" en idioma mapudungún) no se amedrentaban, luchaban aun en la noche, organizados, aprendían rápido cómo enfrentar a los españoles, y eran un pueblo cohesionado en su espíritu guerrero. Consideraron que el comportamiento del conquistador podía llegar a ser despiadado, ambicioso y cruel con sus enemigos, y que podría mirar al indígena como un ser inferior, invadiendo sus ancestrales tierras y ocupándolos en labores agrarias y pesadas, contraponiendo sus intentos de evangelización a tradiciones. Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la colonia por Alonso de Ercilla.
Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor evidente, pues tan feroz fue la resistencia mapuche que los conquistadores se vieron obligados varias veces a despoblar y a retirarse de las zonas territoriales indígenas. La explicación a comportamientos militares tan distintos está en la geografía, el paisaje de estepa del Valle Central de Chile en la zona de Santiago no permitía la lucha de guerrillas ni se disponía de alimentos en la cordillera para refugiarse ahí. No era la misma situación en la zona austral donde los montes y la selva valdiviana favorecían la lucha guerrillera y hacían difícil el triunfo hispano.
Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.
La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabeza para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo, su alto costo pecuniario y de vidas.
Hubo muchos combates en que alternativamente la victoria se pasaba de bando en bando. Asimismo hubo intentos de paz y períodos de paz aparentes seguidos de largos períodos de estado de guerra. Los españoles se convencieron finalmente de que cualquier intento de paz era inútil y que sólo obtendría la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela y otras enfermedades, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su participación en la guerra. La guerra se fue desgastando en el último tercio debido al mestizaje entre los ibéricos y mapuches, ya que el indígena se suponía que tenía predilección por las mujeres españolas y los conquistadores españoles no tenían muchas mujeres consigo. En el fondo, los hombres de ambos bandos secuestraban a las mujeres del enemigo. Por eso es que es difícil hallar una "raza" pura o predominante en Chile.
Duración del conflicto.
Suele indicarse como fecha de inicio de este conflicto la Batalla de Reinohuelén, librada en 1536 entre parte de la expedición de Diego de Almagro y un cuerpo numeroso y bien organizado de soldados, en la confluencia de los ríos río Ñuble e Itata; pero históricamente se asume que con Pedro de Valdivia en 1546 con la Batalla de Quilacura, se inició el periodo de campañas militares que caracterizaron este conflicto.
Su término es, sin embargo, más difuso. Si bien a partir de 1609 cada gobernador de Chile celebraba "Parlamentos" con los caciques indígenas, en los cuales se discutía la mantención de la tregua entre ambas partes, los enfrentamientos fueron numerosos. Además aunque al alcanzar la independencia de Chile, se concluirían los conflictos de la Guerra de Arauco que tenían los hispano-criollos con los mapuche; estos seguirían posteriormente, como nuevos conflictos chileno-mapuche, los que no terminaron completamente hasta 1883, con el proceso conocido como Ocupación de la Araucanía (conocido oficialmente como Pacificación de la Araucanía).
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